Siempre hay que fijarse con cuidado, porque a veces puede pasar que la lucha no valga la pena, que lo que hay que recuperar no valga la pena, por lo menos en el presente. Perder algo o a alguien es doloroso, pero duele muchísimo más que te abandonen. Es común pensar que todo va a estar a nuestra disposición siempre, cuando lo necesitemos. Y nos damos cuenta demasiado tarde, y por más que lo intentemos nadie puede volver en el tiempo.
También puede pasar que alguien te traicione, te mienta, te engañe, te oculte la verdad, o te use. Esas son las peores. Festejando en los momentos de gloria, evaporándose como el agua cuando se los necesita. Volviendo con el rabo entre las piernas, cuando te necesitan.
No siempre es fácil, y si alguien dijo lo contrario, estaba muy equivocado. Tampoco es imposible, pero cuesta; todo lo que vale, cuesta. No olvidarse de aquellos que siempre están, y recordar que con unos cuantos no se puede contar, siempre hay que tenerlo presente. La vida está llena de sorpresas, algunas buenas, y otras no tanto. Lo importante es saber identificar a los que de verdad les importás de los que no. No toda la gente es mala, pero los que sí lo son siempre acaban más cerca, y siempre duele más el golpe.
Muchas cosas se pierden con el tiempo; lo importante es que aquellas que en verdad valorás estén con vos siempre.

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